Una de las preocupaciones de la física es describir el universo de la manera más simple posible. De acuerdo con el estado actual de la ciencia, todos los cuerpos son reducibles a átomos. Todos los átomos son reducibles a un núcleo formado de protones y neutrones, mientras que los electrones orbitan a su alrededor –aunque sería más exacto decir que forman nubes.

Allí no termina la reducción: neutrones y protones están formados de quarks, que de acuerdo con sus características forman a unos o a otros. Los electrones están hechos de leptones. Éstos últimos absorben y emiten energía a través de pequeñas emisiones de energía llamadas “fotones”, que pueden calificarse como la forma más tenue de materia. Así pues, quarks, leptones y fotones forman el universo conocido.