El zen es una derivación del budismo que predica que para acceder a ciertas formas de conocimiento, debe aminorarse la actividad del discurso racional. Postulan que la racionalidad es útil para lograr entender algunos aspectos de la realidad, pero que no sirve para aprehender facetas más profundas de la misma. Para lograr esto, practican la meditación que, en líneas generales y de manera muy simple, consiste en dejar de pensar en otra cosa que no sea la propia respiración.
También existen otras vías, como la contemplación de mandalas –dibujos hechos específicamente para este propósito– o la escucha o canto de mantras –cantos sagrados. Los practicantes del zen alcanzan un grado de concentración y atención poco usuales. Los psicólogos afirman que su práctica puede ayudar a mejorar la claridad mental.