Artículo enviado por Martín Ramírez Gutiérrez.
Desde hace unos cien mil años, aproximadamente, y hasta antes de la llegada de los españoles, el lago México-Texcoco estaba formado por la unión de varios lagos; estos eran: al norte el lago de Zumpango y de Xaltocan, y al sur por el lago de Xochimilco y el de Chalco; juntos todos ellos formaban un lago con un tamaño similar al de Chapala, Jalisco, el lago más grande de México, que es de donde proviene la mayor cantidad de agua potable para la ciudad de México actualmente. Dentro del lago México-Texcoco había regiones de agua salada hacia la parte este, debido a procesos geológicos de salinización, y dulce hacia el sur y centro del mismo, gracias a manantiales y precipitaciones pluviales provenientes de las montañas que escurrían hacia el valle. Esta circunstancia permitía que hubiera dos tipos de ambientes en el mismo lago, dando como resultado una gran variedad de especies animales y vegetales, lo que los mexicas sabían aprovechar muy bien.
Pero, ¿cómo es posible que un lago de tal tamaño haya desaparecido en sólo quinientos años? Pues bien, no toda la culpa la tienen los españoles, bueno, en su mayoría, pero la desecación del lago también ha sido provocada por cambios climáticos que han ocurrido a lo largo de toda la historia, los cuales han traído como consecuencia fluctuaciones en el nivel del agua desde antes de la llegada de los españoles. A esto se le tiene que sumar el arribo de los mexicas al valle de México, excepto Texcoco y Azcapotzalco, donde ya existían construcciones. En aquel tiempo gozaron de una estabilidad climática favorable, lo que les permitió la sedentarización de su pueblo sin necesidad de emigrar a otros lugares en busca de recursos. Se fueron estableciendo en pequeños parches poblacionales a lo largo de todo el lago, con un promedio de distancia entre cada uno de 4.4 km. A través de los años estos pueblos fueron acostumbrándose al terreno, practicando la caza, la pesca, la recolección y principalmente la agricultura, hasta establecer un dominio completo, tal como lo constatan los sistemas de agricultura como las terrazas, el riego y principalmente las chinampas, que ocuparon grandes extensiones de tierra y de agua, lo que sería el punto de partida en la transformación del ambiente.
Las chinampas se encontraban principalmente en las regiones pantanosas de Xochimilco, y se estima que podían dar alimento a más de 100,000 personas. Se menciona que el éxito del imperio mexica se debe a los agricultores que conquistaron los pantanos. Una vez que fueron capaces de manejar sus recursos, pudieron ser autosuficientes e incluso producir excedentes, lo que trajo como consecuencia un mayor intercambio comercial entre los diferentes pueblos, desarrollándose grandes centros urbanos que necesitaban de complejos aparatos burocráticos, militares y ceremoniales para organizarse, los cuales requerían a su vez de mayores insumos.
Estos pueblos, que alguna vez fueron pequeños, mantuvieron un crecimiento constante hasta formar el imperio de México-Tenochtitlan, y pasaron de ser un pueblo sometido a un imperio dominante, con influencia sobre toda Mesoamérica. En el apogeo de esta civilización se estima que había alrededor de 1,500,000 habitantes en el valle, incluyendo los poblados en torno al lago. Para mantener y dar servicio a tal cantidad de gente fue necesario un manejo hidráulico integral del valle por lo que se construyeron enormes complejos de terrazas, represas, acueductos, cañerías, canales, albarradones y acequias, lo que demuestra el control que se tuvo de lago a lo largo de varios siglos, utilizándolo como un recurso y no como un enemigo a vencer.
En la siguiente entrega hablaremos de lo que pasó a la llegada de los españoles.