Nuestro sistema de numeración es decimal y es posible que el origen de esta base numérica sea el número de dedos que tenemos en las manos. No resulta difícil imaginar a nuestros antepasados contando con los dedos de una o ambas manos.
Sin embargo, existen otras bases numéricas como la duodecimal —la cual, dicho sea de paso, es divisible entre 2, 3 y 4. La pregunta inmediata es ¿cómo llegaron a este sistema los pueblos que lo usaron, si sólo tenían diez dedos en las manos como todos los demás? Algunos han tratado de explicar esto afirmando que el origen de esta base es el número de veces que aparece la luna en un año.
No obstante, esta explicación parece poco práctica si pensamos en el origen del sistema decimal. Resulta más lógico pensar que algunos hombres antiguos contaron las falanges de sus dedos auxiliándose del pulgar: cuatro falanges superiores o distales, cuatro falanges medias y cuatro falanges inferiores o proximales, 4 + 4 + 4 = 12.
En la Amazonía, antiguamente hubo cuando menos un visitante, de una civilización del espacio con extremidades con seis dedos. Los herederos del conocimiento que nos legaron aún subsisten en poblaciones subterráneas. Creo haber visto en una revista Life, hace varias décadas, fotografías de gente con seis dedos por extremidades. Antes de la inundación terrestre hace 12,500 años, fuimos multiculturas espaciales.