Comida chatarra

Se conoce como comida chatarra a aquella que contiene altas cantidades de grasas saturadas, harinas, sal o azúcar. Productos como refrescos, frituras, comida rápida o los panecillos dulces de marca comercial, son ejemplos de la comida chatarra que más se consume en México. Mucho se ha dicho de los graves problemas que acarrea el alto consumo de estos productos; sin embargo, la gente no deja de comerlos, además de tolerar que los niños desde edades muy tempranas, los consuman.

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En las ciudades se presenta mucho este sistema de alimentación, los lugares de antojitos y los restaurantes de comida rápida son los más concurridos, aunado al rechazo a frutas y verduras por carecer de un sabor adictivo. Si por buen sabor se entiende comida frita, alta en grasas y sal, hay un gran problema de percepción pues una mala alimentación ocasiona serios problemas de salud. En México, el aumento de niños obesos y con diabetes se ha disparado en los últimos 20 años.

Si tienes hijos o convives con niños, sobre todo pequeños, debes considerar que su capacidad para procesar el azúcar y muchos alimentos, es muy diferente a la de un adulto. No deben consumir refrescos ni bebidas procesadas a edades muy tempranas, incluso bebidas como jugos, néctares o té de marcas comerciales tienen un contenido de edulcorantes superior a lo que un cuerpo pequeño pude aguantar. Si tratas de hidratarlos, sólo dales agua natural, agua de frutas o jugos preparados en casa, en cantidades acorde a su edad y complexión. Muchas veces, los padres dan refrescos y dulces al por mayor a los niños, luego no saben por qué son hiperactivos o no pueden dormir por las noches con sus llantos interminables. Altos contenidos calóricos alteran el organismo, además, lo daña poco a poco.

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El círculo vicioso sucede así: cuando se consumen altas cantidades de azúcar el organismo produce más insulina de la normal, ocasionando un golpe de energía que se quemará rápidamente. Como consecuencia, ocurren los bajones de energía, la fatiga y la necesidad de consumir más azúcar. Considera que un refresco o té de 600 ml, tiene más de nueve cucharadas de azúcar, más una gran cantidad de ingredientes nada saludables para el organismo. El refresco no te quitará la sed, al contrario, te ocasionará una necesidad de seguir bebiendo. Al aumentar el consumo de azúcar el páncreas genera un golpe de insulina para nivelar, esto lleva a dos cosas: excedente de grasa que se deposita en los tejidos, produce la necesidad de consumir más carbohidratos y acorta el tiempo de vida del páncreas.

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Con las grasas sucede algo muy peligroso además de engordarte considerablemente. Las grasas trans van directo a tapar las arterias de tu corazón. ¿Te suena el término? “Trans” quiere decir transfiguradas y son grasas plásticas que el organismo no puede metabolizar, se quedan flotando en el torrente sanguíneo. Su consumo en exceso ocasionará un ataque al corazón. Todos los productos que contengan este tipo de grasa, están obligados a informarlo en la etiqueta principal, además de la información nutricional, obligatoria en todos los productos. Se usa como conservador en panes, margarinas y muchos otros productos. Para dar una idea de lo peligrosas que son estas grasas, todo aquel producto que no mencione su contenido en el cuadro de información está cometiendo un grave delito.  El organismo necesita grasas, es cierto, pero hay que evitar los productos trans.

Consumir en exceso comida chatarra es un hábito que tiene que erradicarse lo antes posible, no sólo por el impacto que tiene en los gastos públicos de salud, sino porque los niños están siendo un blanco para este tipo de alimentación sin un fin nutritivo. Cambiar los hábitos alimenticios es la clave para mejorar la salud. Además, se debe hacer ejercicio por lo menos 20 minutos al día, dejar de fumar y no consumir grandes cantidades de alcohol. Cuida de ti y de tu familia.

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