El transporte

Artículo enviado por Luis MacGregor

Imagen de Jasmin Sessler

El transporte siempre ha sido una necesidad del hombre para moverse de lugar, trasladar mercancías y transmitir mensajes, aunque para esto último ya contamos con métodos muy rápidos como el correo electrónico o el teléfono móvil. Es interesante repasar la historia para saber cómo ha cambiado la forma de trasladar bienes o mensajes. En un principio, se hacía con personas que prestaban sus servicios. Un ejemplo heroico de ello es el recorrido de 40 kilómetros realizado por el griego Filípides, en el año 490 a. C., para anunciar la victoria griega sobre el ejército persa. Se dice que aquel soldado ateniense murió tras dar su mensaje, pero en su honor se estableció la competencia olímpica del maratón.

Con la doma de animales el hombre pudo agilizar el transporte de objetos y de personas. Para ello se emplearon caballos, llamas, camellos, elefantes, etcétera; aunque esto no ocurrió en todas partes, para culturas como la mexica esa posibilidad era nula, por carecer de animales capaces de soportar el peso de un humano. Sin embargo, podía utilizar botes para las distancias cercanas debido a que su ciudad se encontraba en medio del agua.

Imagen de Hao Tran

Los botes fueron los primeros vehículos acuáticos. Los primeros conocidos datan de hace más de 10,000 años y fueron utilizados para pescar. Conforme el hombre incrementó su conocimiento desarrolló naves más complejas como veleros, barcos de vapor, naves propulsadas a base de diesel y más recientemente, de uso exclusivo del ejército, las impulsadas por reactor nuclear, entre las que se encuentran los submarinos.

En tierra, la domesticación de los animales condujo no sólo a permitir montarlos sino a utilizarlos para ser la fuerza motora de trineos, diligencias y carruajes entre otros vehículos. Los últimos dos también fueron posibles como consecuencia de la invención de la rueda al final del neolítico. En un principio, la rueda sólo se compuso de madera, posteriormente se le agregaron partes de metal y fue hasta la segunda mitad del siglo XIX que se inventaron los neumáticos. Si bien los primeros automóviles no utilizaban llantas, estas les fueron integradas a la brevedad para dar origen, como lo conocemos, al medio de transporte más popular de la historia contemporánea. Sumándose posteriormente otros vehículos automotores como las camionetas y camiones.

El ferrocarril es otra vertiente del transporte. Sus principios mecánicos fueron desarrollados por el inglés Richard Trevithick en 1804; pero fue en 1825 cuando se presentó el primer tren al mundo. Esto fue en el Reino Unido y efectuó recorridos de Stockton a Darlington. Los trenes funcionaron con máquinas de vapor, tecnología que permaneció vigente hasta 1950 cuando comenzaron a utilizarse las alimentadas por diesel y posteriormente las de energía eléctrica, permitiendo la aparición de los “trenes de velocidad alta” que han logrado superar los 300 kilómetros por hora.

Tras la conquista de mar y tierra. El hombre se enfocó en el aire. En un principio a través de dirigibles y después con los aviones. El primer avión fue el desarrollado por Clément Ader en 1890, con el que recorre una distancia de 50 metros. Después los hermanos Wright realizaron el primer vuelo con un motor de explosión en 1900 y a partir de entonces el avión no ha dejado de evolucionar. Entre sus mayores exponentes están el Boeing 747, el Airbus 310, el Concorde que volaba a más del doble de la velocidad del sonido y los hipersónicos, actualmente en fase experimental.

El mundo se ha vuelto pequeño debido en parte a los avances en el transporte. Hoy sólo se requieren unas cuantas horas para trasladarse de un continente a otro cuando antes se requerían semanas. El futuro apunta ahora al espacio, donde el primer ejemplo de esa historia tal vez sea el transbordador espacial, desarrollado por Estados Unidos.

Imagen de NASA

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