El gato que quise mucho

Imagen de Huda Nur

Antes yo tenía un gatito que quise mucho. Lo llamaba Mimoso. Era muy latoso y juguetón, se paraba de patitas y era muy mañoso: nada más le gustaba el pollo. Lo llamaba y me obedecía. Era un gato negro, pero mi mamá lo echó a la calle porque en las noches maullaba y no dejaba dormir. Una vez lo vi por mi escuela. Me vio y me siguió hasta la casa con mucha hambre. Y ese mismo día llovió en la noche. Me dio tristeza del frío que le daba. Se volvió a ir y se perdió. ¡Y lo he buscado…! Hasta que un día lo vi por el mercado y lo llamé. Y le dije a mi papá, y me dijo que lo podía llevar, y lo llevé, y ahora es más juguetón que antes. Y soy feliz con mi gatito.

L. M. J., niña de 11 años, cursaba 5º de primaria en la escuela José María Mercado, Ciudad de México, cuando escribió este texto.

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