Siempre compartí el disgusto de Mafalda por la sopa. Esa linda niña que decía tantas verdades sobre la vida y nos hacia reflexionar sobre la guerra, el hombre y la verdadera ecología, no podía estar equivocada, la sopa debía ser algo horrible.
Ahora en mi madurez la sopa no me parece nada mala. De hecho, además de nutrir, la sopa representa en muchos países, incluido el nuestro, el calor de hogar. Tiene principalmente un efecto afectivo, de bienestar y de paz, además de su valor nutritivo real. Siempre se agradece y disfruta una caricia caliente llamada sopa.
Sopa de setas
Platos: 4
Tiempo de preparación: 20 minutos
Ingredientes:
- 1/2 kilogramo setas
- 3 piezas de jitomate medianos
- 1 litro caldo de pollo
- 3 cucharadas de aceite
- 1 pieza de cebolla chica
- 1 diente de ajo
- 1 rama de epazote
- totopitos de tortilla
- 1 pieza de aguacate picado
- 2 pieza de chile pasilla frito y desmenuzado
- 1/4 kilogramo de queso panela cuadritos
- Crema
Preparación:
- Se licúa el jitomate, la cebolla, el ajo. Se cuela y se reserva.
- En una olla se calienta el aceite, se fríe lo anteriormente licuado hasta que quede espeso, y se sazona con sal y pimienta.
- Se añaden las setas y el epazote, se deja freír por unos minutos hasta que las setas suelten su jugo.
- Se añade el caldo de pollo y se hierve durante 10 minutos más.
Emplatado:
Se sirve bien caliente acompañado de totopos, aguacate picado, chile pasilla, crema y el queso.
Ingrediente especial: Epazote
Planta herbácea, de tallo hueco, estriado, ramificado de 35 a 50 cm de alto; hojas alternas, agudas en el vértice, irregularmente dentadas, de color verde y despiden olor especial cuando se les estruja; flores muy pequeñas, en espigas, axilares, apétalas y verdosas; fruto muy pequeño, está situado dentro del cáliz y contiene una semilla lisa de color moreno. Se usa como hierba de olor en diferentes platillos, y también se utiliza como emenagogo (regulariza la menstruación), o como antihelmíntico (destruye o expulsa las lombrices intestinales).