Casi todos hemos oído hablar de unicornios, centauros, grifos y sirenas. Todos ellos son seres mitológicos. Sin embargo, hay otros que no resultan tan conocidos. Algunos ejemplos son los blemios, raza antropomorfa con un ojo en el pecho; el mirmicoléon, mezcla de león y hormiga; el gigantesco pájaro roc, que podía levantar elefantes con sus garras; el cordero vegetal que nacía de frutos y, como ellos, era comestible; los cinocéfalos, antropoides con cabeza de perro; el hada Melusina mitad mujer y mitad serpiente. El catálogo podría extenderse largamente, pero lo mencionado será suficiente para mostrar la variedad de la morfología mitológica.