Amado Nervo

José Amado Ruiz de Nervo fue un escritor mexicano nacido en Tepic, Nayarit. Amado Nervo, como se le conoció en el mundo de las letras, fue autor de prosa y poesía; su trabajo literario se caracterizó por contener temas sobre la religión, la filosofía y el misticismo. En su poesía, la más celebrada por los críticos, experimentó con imágenes, colores y formas; volvió a utilizar cierto tipo de versos largamente olvidados; abandonó poco a poco elementos técnicos y reformuló su escritura con nuevos ritmos y cadencias.

Desde su juventud fue un constante colaborador de revistas y periódicos, escribió novelas, cuentos, poemas, ensayos e incluso obras de teatro. Algunos críticos han clasificado su obra como parte de la estética modernista, y no hay duda de que en su época ejerció una gran influencia en la poesía en nuestra lengua. Amado Nervo fue una figura central de la poesía en español e influyó tanto a escritores del viejo continente como a latinoamericanos.

Aquí puedes encontrar un cuento de Amado Nervo que narra la historia de un pintor que quiere vender su alma al diablo para lograr fama. Se titula El diablo desinteresado.

También te mostramos un par de sus poemas, por los que ha sido tan reconocido. Esperemos que los disfrutes.

Amable y silencioso

Amable y silencioso, ve por la vida, hijo.
Amable y silencioso como rayo de luna…
En tu faz, como flores inmateriales, deben
florecer las sonrisas.

Haz caridad a todos de esas sonrisas, hijo.
Un rostro siempre adusto, es un día nublado,
es un paisaje lleno de hosquedad, es un libro
en idioma extranjero.

Amable y silencioso ve por la vida, hijo.
Escucha cuanto quieran decirte, y tu sonrisa
sea elogio, respuesta, objeción, comentario,
advertencia y misterio…

En paz

Artifex vitae, artifex sui.
[Artífice de sí mismo, artífice de su destino]

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida
ni trabajos injustos ni pena inmerecida.

Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas.

…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno;
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas,
y en cambio tuve algunas santamente serenas…

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

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