En un texto anterior sobre aeropuertos se describió qué ocurre cuando se va a viajar, se llega a la terminal aérea y se obtiene el pase de abordar. Ahora complementamos ese texto con lo que ocurre después.
Si no hay maletas, una vez obtenido el pase de abordar, se procede a la sala de donde despegará el avión. Si hay maletas, además del pase de abordar hay que registrarlas. En el método de registro en mostrador, al mismo tiempo que se hace el trámite del pase de abordar se hace el registro de maletas. En el método electrónico, una vez que se obtiene el pase de abordar te llaman por tu apellido y sólo pasas al mostrador a dejar la maleta —a la cual le ponen una etiqueta con tus datos y destino—, y la dejas ahí mismo o la llevas a un sitio de “entrega”. Es importante saber que para vuelos nacionales regularmente se permiten hasta dos maletas con un peso que no exceda los 20 kilos por maleta. En vuelos internacionales es más común que se permita sólo una maleta. Asimismo, uno puede llevar otra maleta pequeña consigo todo el tiempo: una mochila, portafolio, caja, bolsa, etcétera, que cumpla con el tamaño permitido para poder transportarse junto con el pasajero en el avión.
Una vez con el pase de abordar y las maletas registradas hay que ir a la sala de espera, es decir, el lugar de donde saldrá el avión y adonde sólo pueden entrar los que van a viajar, por lo tanto, antes de esta entrada es donde uno se despide. Sin embargo, para llegar hasta ahí, hay que pasar por un filtro de seguridad el cual cada vez es más riguroso. En México, por ejemplo, se muestra el pase de abordar junto con el pasaporte, entonces hay que pasar por una serie de instrumentos detectores de objetos peligrosos. Por un lado, se deja el equipaje de mano en un recipiente para que éste pase por una banda que examina con rayos X. Por otro lado hay que deshacerse de objetos metálicos: llaves, monedas, teléfonos celulares, por mencionar algunos. Una vez dejado todo para que sea revisado en la banda, el pasajero mismo tiene que pasar por un detector. Si el detector no suena, adelante, si suena hay que revisar qué es lo que está sonando y desprenderse de ello. Entonces, lo mejor es entrar a este sitio con tiempo, pues puede uno tardar bastante en la revisión y más si hay mucha gente. En Estados Unidos, además de lo mencionado, también tiene uno que quitarse los zapatos y meterlos a la banda.
Una vez pasado este filtro de seguridad, y ya que se guardaron los objetos que se tuvieron que sacar para la inspección, es necesario buscar la sala de espera del vuelo. Normalmente, hay tiempo suficiente para hacer esto, sin embargo, es recomendable no confiarse —y menos si no se conoce el aeropuerto— y ubicarla inmediatamente. Así, si la sala de espera es, por ejemplo, la número 32, hay que seguir las señales que indican hacia dónde se encuentra este espacio. En esta parte del aeropuerto existen muchos establecimientos comerciales para los viajantes que van desde lugares de comida hasta las famosas tiendas “duty free” o libres de impuestos. Estas últimas ofrecen artículos que en teoría son más baratos pues no tienen impuestos como bebidas, alcohólicas, cigarros, perfumes y algunos aparatos electrónicos como cámaras, grabadoras, entre otras. Es importante aclarar, que estos artículos sólo están disponibles para los pasajeros que viajan internacionalmente, por lo que para poder comprarlos es necesario presentar el pase de abordar.
Aproximadamente media hora antes de la salida se empieza a abordar el avión. Normalmente, primero llaman para abordar a los pasajeros que viajan en primera clase. Posteriormente, se llama a abordar según el lugar donde está sentado el pasajero. En este sentido, en cada pase de abordar viene escrito a qué zona pertenece el asiento de uno, la cual puede ir del uno al seis. Así, primero abordan el avión los de la zona uno, los cuales tienen los asientos más al fondo el avión —que se va llenando de atrás hacia delante— y así sucesivamente hasta que suba el último pasajero.