El lugar donde yo vivo es muy bonito, porque está en medio de dos cerros y la gente usa mucho el suéter. Su gente campesina trabaja la mitad de tierras de labor con yunta y la mitad con tractores. Hay monte alrededor de donde yo vivo. Sus tierras son de trabajo. Se cultivan papas, frijol, maíz, cebada, avena, habas y muchas cosas más. Cuando se hacen fiestas, son muy bonitas, porque en las noches hay bailes y en el día siguiente hay concurso de muchachos de basquetbol.
El pueblo donde vivo tiene la mayoría de las casas de mampostería y de madera. Pocas gentes, no se visten bien ni mal. Se visten regular. Los domingos los muchachos y los niños se juntan a jugar basquetbol, futbol. Se practica muy bien. Donde juegan es un llano con pasto verde, que está lejos y grande. El lugar tiene pocas piedras en los cerros, pero en las tierras de labor no, porque trabajamos muy bien. El pueblo en medio tiene un cerrito. Cuando venimos a la escuela, yo y mis compañeros nos venimos en el pasajero, y a veces caminando. Caminando hacemos una hora y media. Nos venimos divirtiendo con los pajaritos, porque cantan muy bonito. Vuelan también. Llegamos a la escuela, estudiamos cinco horas y media. Luego regresamos a la casa, y llego, y descanso un rato…
F. R. M. , niño de 11 años, cursaba 5º de primaria en la escuela Fray Bartolomé de las Casas, en Terrenate, Tlaxcala, cuando escribió este texto.